domingo, 10 de noviembre de 2013

Comencé el primer día en sala de cuatro, en el Jardín de infantes 930 con muchas expectativas e ilusiones frente a este nuevo desafío: Disfrutar y dar lo mejor de mi en las últimas residencias. El grupo me recibió muy bien, los niños eran muy cariñosos y un poco rebeldes, pero con el apoyo y el cariño de la maestra para conmigo, fue posible que los días transcurran de forma muy llevadera, divirtiéndonos, aprendiendo tanto ellos de mi como yo de ellos y pasando ratos realmente memorables, que vale la pena recordar con amor

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